domingo, 20 de diciembre de 2009

El frío



Con el frío las cosas cambian considerablemente, el ciclismo al ser un deporte de gran esfuerzo físico parece que no se debe pasar mucho frío, pero los que lo practicamos habitualmente sabemos que no es así. El motivo no es otro que la velocidad que desarrollamos hace de enfriamiento. Ese teórico día sin viento con una temperatura ambiente de 10 grados y desarrollando una velocidad de 40 km/h, la sensación térmica pasa a ser de -1ºC. Este efecto se debe a la relación que existe entre la temperatura ambiente y la velocidad del viento (o la nuestra al desplazarnos).

Nuestro cuerpo, mantiene 37°C con notable precisión y tiene la capacidad de adaptarse a los cambios de temperatura dentro de ciertos límites. Cuando baja la temperatura, se pone en marcha una serie de mecanismos para mantenerse caliente (Ej. Empiezan a castañetear los dientes). Al activar fuertemente tus músculos de esa manera, el cuerpo está generando el calor que necesitas. Aunque no puedas verla, a tu alrededor se forma permanentemente una fina capa de aire caliente, es decir, aire que tu piel ha calentado. Cuando hay viento, esta capa se ve desplazada, y sientes más frío. El cuerpo seguirá creando esta capa protectora que te aísla de la temperatura exterior, pero es obvio que cuanto más fuerte sea el viento, más esfuerzo tendrá que hacer el cuerpo para renovar la capa de aire que se pierde constantemente. O sea, cuando hay viento, tú sientes más frío que cuando está en calma, aunque la temperatura sea la misma.

Equivalencia de la temperatura en función del viento y/o velocidad

Si ha estas condicionantes de temperatura y velocidad unimos la lluvia, este agua caída del cielo que se agradece en ocasiones en verano, en otros momentos esa bendición se convierte en una desventura y si esta cae durante varias horas, en una maldición. De aquí, es importante estar preparados mentálmente para solventar momentos que nos hacen tener ganas de abandonar o incluso de dejar el ciclismo. La única manera de salvar estos malos pensamientos es tratar de mantener la moral y el calor corporal, sin llegar a asfixiarte por ir demasiado abrigados. Afortunadamente cada día hay más y mejor ropa para protegernos del frío y la lluvia, pero ante una etapa de 200 km. o 5 a 6 horas sobre la bicicleta, aún sigue sin ser suficiente.

Un problema añadido es la pérdida del dominio de la bicicleta provocada por tu incapacidad de frenar adecuadamente. No es que pierdas los reflejos, pero la capacidad de reacción inmediata muscular disminuye notablemente. Para comenzar a combatir esta circunstancia meteorológica debes tener las manos bien protegidas. Si el frío es seco, hay muchos guantes en el mercado que se ajustarán a vuestras necesidades; en cambio, si aparece la lluvia, mi consejo es utilizar guantes de neopreno, pues con la humedad, este producto mantiene el calor de la mano (curiosamente si esta el ambiente seco, suelen ser muy fríos); si no puede ser por cualquier circunstancia, lo ideal es cambiar con cierta frecuencia la posición de las manos en el manillar ( bien coger de la cruz, bien de la manetas, bien de abajo) o bien hacer pequeños ejercicios con la mano (abrir y cerrar las manos, por ejemplo), éste último te ayudará además a expulsar el agua de los guantes.

Los pies es otra zona que se queda muy fría y se suelen proteger con los mismo artículos que los guantes (también hay botines de neopreno).

El chubasquero ante un esfuerzo muy intenso (subir un puerto, por ejemplo) nos puede ahogar o, si lo llevamos durante mucho tiempo, nos puede provocar deshidratación, así que atención con su uso. Un lujo para algunos profesionales, principalmente los líderes del los equipos, es utilizar para superar etapas largas bajo la lluvia y el frío, consiste en cambiar de ropa cuando compruebas que está bastante mojada, lógicamente esto necesita de gran cantidad de ropa que la mayoría de veces no se dispone, pero no es malo saberlo.

Dependiendo del tipo de tejidos que estén hechos las prendas que lleves, está comprobado que lo mejor para combatir el frío es crear capas de prendas, es decir, mejor llevar dos maillots finos, que uno grueso. A algunos, esto os puede parecer ilógico, porque es mejor llevar uno grueso que esté preparado para ello, pero esto podría servir en las salidas de entrenamiento, no en las carreras, donde en un mismo día se debe afrontar distintos tipos de dificultades orográficas. El motivo es que el calor corporal se conserva mejor porque el aire caliente se acumula formando bolsas entre las capas facilitanto la labor aislante.

¿Qué capas serían estas?

La primera sería la que va a estar en contacto con nuestra piel, 'camiseta interior', lo ideal es que sea muy transpirable, que evacue rápidamente todo el calor y sudor que generamos, evitando esa sensación de 'sudor frío' que muchas veces se tiene después de un intenso esfuerzo y paras o el ritmo de pedaleo disminuye notablemente (que no sean de algodón 100%, pues dan este tipo de problemas).

La segunda, el maillot convencional, aquí dependerás de la marca del equipo y el fabricante que usen. Suele ser una prenda no muy gruesa que debería faciltar el mantener la temperatura de tu cuerpo, favoreciendo igualmente la transpiración. Si hace mucho frío y tu equipo no lleva la ropa apropiada, lo mejor es llevar otra camiseta interior (el maillot a ser la tercera capa).

Tercera que se usaría en días de intenso frío. Son prendas de manga larga, más gruesas o impermeables, que dificultan la entrada de aire y por lo tanto, también la perdida de calor, el problema ante un ejercicio prolongado es que pueden 'ahogarte' y deshidratarte. Lo ideal es llevarlo puesto hasta que tu cuerpo genere suficiente calor y te lo puedas quitar. Si está la lluvia de por medio, trata de dar al chubasquero una cierta ventilación, el mejor sitio suele ser los sobacos o que tengan una cierta permeabilidad al sudor.

En las carreras, el chubasquero suele ser la cuarta capa tanto con lluvia como sin ella, debito a que protege del viento. Más tarde, te lo puedes guardar en los bolsillos del maillot o se lo entregas al director, dependiendo de los pronósticos o del terreno a recorrer, por ejemplo si vas a bajar un puerto es mejor conservarlo para el descenso.

En el mercado puedes encontrar muchos tejidos para combatir el frío y la lluvia, como son: Windstopper, Gore-Tex, Thinsulate, Polartec,... y otros, que los crea el mismo fabricante con ciertas diferencias de permeabilidad o porosidad para cubrir necesidades menos extremas de frío o lluvia.

Consejos

No compres tallas muy grandes, mejor ajustadas porque no te protegerán más, en cambio, te parará mucho más el viento y perjudica tu coeficiente de penetración en el aire.

No lleves ropa demasiado guesa, mejor llevar dos que una. Cuando tengas calor, quitate una y guárdatela en los bolsillos del maillot por si lo necesitas más tarde.

Usa manguitos y perneras en los primeros kilómetros para protegerte mejor del frío los brazos y piernas, especialmente las rodillas. Si es la lluvia, date aceites en las piernas, para empermeabizarlas contra el agua y amortiguar la perdida de tono muscular.

Papel del periódico para bajar los puertos, sería bueno a veces que el director los tuviese en el coche para dárselos a sus corredores antes del puerto, no hay siempre gente en la cima dispuesta a entregarlos. Cumple una doble función: chupa el sudor del cuerpo y protege del viento en el descenso.

El director ante etapas que prevea mucho frío especialmente en las de montaña, sería bueno que mandase los segundos coches por delante y tenerlos en la cima de los puertos, para ir haciendo llegar a sus corredores ropa, alimento y bebidas calientes como té con miel (algunos, si el frío es muy intenso echan un poquito de coñac).

Algun cafetista, me confirmara hoy, si todo lo que dice este articulo es cierto?!

1 comentario:

javi dijo...

todo perfectamente como lo relatado,aunque quizas con algun que otro carajllo,visto lo visto hoy en el avituallamiento,a mas de uno se le ha ido el frio.Ya toma carajillo hasta Paquito!!!juass

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