La penya cafenet se solidariza con la causa y desplaza dos efectivos a Valencia para participar en la marcha y comentar sus impresiones.
Con algún que otro contratiempo (Javito se nos pierde por Valencia) llegamos al velódromo Luis Puig para la recogida de dorsales (no nos piden ninguna acreditación). En total hay sobre unos 500 participantes. La marcha es controlada, pero muy bien controlada. No hay ningún parón como en otras marchas controladas que hemos asistido y se rueda a gran velocidad. Nos colocamos en cabeza de carrera para evitar los típicos latigazos de las rotondas y cruces. Llegamos a la única dificultad del recorrido, la ascensión a Alcublas, unos 8 km de subida con la primera parte más dura y luego suaviza la pendiente. Cada uno sube a su ritmo. Arriba en Alcublas está programado el avituallamiento, bocata de jamon york, botella de agua y fruta, mucha fruta (melón, sandía, plátano y manzana). Hay una carpa sirviendo café expreso. Ya por esto la penya cafenet le otorga un 10 a la marcha. Después del sorteo de infinidad de regalos vamos saliendo poco a poco y tranquilamente vamos bajando el puerto con la única incidencia de la caída de un ciclista en una curva muy cerrada sin consecuencias graves. En la rotonda que hay a pie de puerto se produce la única reagrupación del dia, breve espera a la benemérita que acto seguido autoriza la reanudación de la marcha. Rodamos en el pelotón de cabeza a una velocidad entre 40-50 km/h y pronto se produce el corte que nos pilla bien situados. Rodamos en cabeza de carrera de lujo metidos en el pelotón aunque la velocidad no disminuye y las piernas se van resintiendo. A unos 25 km de meta le digo adiós al pelotón entre el rosario de corredores que se van desprendiendo y formando los típicos grupitos. Llegamos a meta con 107,8 km en las piernas y una media de 29 km/h.
Debido al calor sofocante,el único pero que podemos poner es que no había cerveza en meta (solo aquarius).
